sábado, 28 de agosto de 2010

¿BUENA SUERTE?, ¿MALA SUERTE?, ¿QUIEN SABE?



Una historia china habla de un anciano labrador que tenía un viejo caballo para cultivar sus campos. Un día, el caballo se escapa a las montañas. Cuando los vecinos del labrador le dijeron que mala suerte tenía por perder el caballo, él les replicó: ¿Buena suerte ?, ¿Mala Suerte? ¿Quién sabe?
Una semana después el caballo volvió trayendo consigo una manada de caballos salvajes. Entonces los vecinos felicitaron al labrador por su buena suerte y éste les respondió: ¿Buena suerte ?, ¿Mala Suerte? ¿Quién sabe?.
Cuando el hijo del labrador intentó domar uno de los caballos, se cayó y se rompió una pierna. Él consideró esto como una desgracia. No así el labrador, quien se limitó a decir: ¿Buena suerte ?, ¿Mala Suerte? ¿Quién sabe?
Unas semanas más tarde, el ejército entró en el poblado y fueron reclutados todos los jóvenes que s encontraban en buenas condiciones. Cuando vieron al hijo del labrador con la pierna rota, lo dejaron tranquilo. ¿Había sido buena suerte? ¿Mala Suerte? ¿Quién sabe?
Todo lo que parece a primera vista contratiempo puede ser un disfraz del bien. Y lo que parece bueno a primera vista puede ser realmente dañino. Así pues, será postura sabia que demos a Dios decidir lo que es buena y mala suerte, y le agradezcamos que todas las cosas se conviertan en bien para los que le aman.

Setiembre 2201
Revista Arco Iris
Arcoiris33@hotmail.com

lunes, 9 de agosto de 2010

DEJA QUE TU LUZ BRILLE.....



Una pequeña niña se encontraba entre un grupo de personas, que eran guiadas en una excursión por una gran catedral. Mientras el guía daba explicaciones sobre las diversas partes de la estructura, el altar, el coro, la mampara y la nave principal, la atención de la pequeña estaba enfocada en una vidriera de colores.
Estuvo por largo tiempo, considerando en silencio la ventana. Al elevar la vista hacia las figuras que formaban parte del vitral, su rostro fue bañado en un arco iris de colores cuando el sol de la tarde inundó el ala cruciforme de la inmensa catedral.
Cuando el grupo se preparaba para continuar la gira, la niña se llenó de valentía y preguntó al guía: "¿Quiénes son las personas que están en ese vitral tan hermoso?
-Esos son los santos" -respondió aquel.
Esa misma noche, mientras la niña se alistaba para acostarse, le dijo a su madre con orgullo:
-Sé quiénes son los santos.
-¿Lo sabes? -respondió la madre. ¿Y me podrías decir quiénes son?
Sin vacilar la niña respondió:
- ¡Son las personas que dejan que la luz brille a través de ellas.

viernes, 6 de agosto de 2010

¿Dónde están los milagros?


Preguntan los hombres y mujeres de hoy, que van buscando por el mundo, pruebas del infinito amor de Dios. ¿Dónde los estamos buscando, si somos el Milagro más grande de la creación?…
El milagro de abrir los ojos a un nuevo día, el tener la oportunidad de hacer de tu vida lo que quieras hoy, el sentirte vivo a pesar de cualquier momento asumido, el ser capaces de sentir los latidos que da sin parar el corazón.

Basta creer, no perder nunca la fe, ser capaces de ver más allá, tener esa capacidad de asombro que nos ayuda a disfrutar de la magia que nos ofrece la naturaleza y toda la grandeza que en nosotros a semejanza de Dios, hay.

Cuando se es niño, se cree en los sueños, la magia y la fantasía, tenemos la certeza que Dios todo lo puede y que si luchamos por ello, nuestras ilusiones se pueden hacer realidad; a medida que pasa el tiempo y vamos creciendo, los momentos fantásticos se volverán cada vez más cortos; sin darnos cuenta, nos olvidamos de muchas cosas y dejamos de creer en casi todo.

Hay quienes consideran que en las personas con discapacidades no existe la perfección de Dios; ¡qué ciegos son, aún teniendo ojos que ven!, porque no logran comprender, que en lo más pequeño y aparentemente imperfecto, ahí es donde se dan tantos milagros que a todo aquel que lo descubra le ha de sorprender.

¿Quién no logra asombrarse cuando ve a un ser humano que sin manos pinta con la boca o con los pies? ¿Quién no llora de emoción, cuando descubre que alguien con alguna limitación alcanza cosas más grandes que aquellos a quién aparentemente nada les faltó? Cuando se piensa que se tiene todo, se limitan los sueños, se debilita la fe, se acaba el sentimiento de búsqueda, nada se espera, se estancan las ilusiones, se acomoda el ser.

Por eso existe en la debilidad y fragilidad, un milagro más que nos da la capacidad de llorar, de buscar, de esperar, de llamar a la puerta y tener la certeza de que seremos escuchados y se nos abrirá. Muchos están a la espera de un milagro: una sanación, un empleo, una conversión; y cuando no se da lo que tanto pedimos, así como lo esperamos, nos sentimos frustrados, creemos que Dios no nos ha escuchado o nos ha abandonado.

No siempre los milagros suceden como los anhelamos, quizás nos vienen de otra forma y ni cuenta nos damos; no podemos permitir que nada nos quebrante la fe, estamos vivos hoy, y mientras eso pase, muchas cosas suceden y otros más están por suceder; por eso, no dejemos de pedir y mucho menos, de agradecer.


AUTOR: KARY ROJAS