viernes, 17 de septiembre de 2010

CARGANDO EL VENADO....

Estaba un hombre a la orilla del camino sentado en una piedra, bajo la sombra de un frondoso Arbol
Se le miraba triste, meditando cabizbajo; casi, casi a punto de soltar el llanto.
Así lo encontró su compadre, quien al verlo en tales fachas, le preguntó cual era el motivo, para que él se encontrara en situación tan deprimente.

- Compadre, la desconsiderada de tu comadre! Ella es la culpable de mi situación.
° --No digas eso compadre, mejor digame, a lo mejor te puedo ayudar a encontrar una solución al problema.
El compadre, después de respirar profundo y conseguir la calma, empezó su relato…..
--Mira compadre, tú sabes que somos muy pobres y en mi humilde rancho la única forma de acompañar los frijoles es con un pedazo de carne que consigo en el monte cuando salgo de cacería.

Me voy con mi escopeta, paso varios días de penalidades, arriesgándome con los peligros del monte, esquivando víboras y tigres, soportar la terrible comezón que me producen las garrapatas, los piquetes de moscos.-

Aguantar cómo se me mete hasta los huesos el frío de las noches. Luego, por fin, si la suerte me socorre y logro cazar un venado, todavía tengo que cargarlo en mis espaldas todo el largo camino de regreso al rancho y subir la cuesta de la loma hasta llegar a mi casa.
Todavía no termino de llegar cuando aparece mi señora con el cuchillo en la mano e inmediatamente empieza a repartir el venado entre los vecinos y sus familiares.
Que una pierna pa' doña Juana, Que otra pa' doña Cleo, Que este lomito pa' mi mamá, que esto pa'llá, Que las costillitas para mi hermana y a los dos o tres de nuevo sin nada que comer y ahí voy de tonto otra vez de cacería.
¡Pero ya me cansé y esta noche mínimo las desmechoneo!

El compadre de aquél pobre desdichado, después de meditar un momento, le dio la solución:

° --Invita a tu mujer a cargar el venado.
--¿¡Qué!?
° -Sí, llevate a la comadre de cacería, No más no le digas las penurias que pasas para llevar el venado a tu casa . Mejor píntasela bonito. No le hables de caminos empedrados, ni de los bichos, ni los peligros, ni del frío ni el calor.
° Dile que la invitas a la cacería para que los dos disfruten juntos de los bellos paisajes, del esplendor de las estrellas que te cobijan en la noche, De los manantiales cristalinos que reflejarían románticamente sus imágenes,
° De la graciosa manera en que camina el venado
° De el dulce canto de los grillos y los pajarillos silvestres, en fin, pintale bonita la cosa.

El compadre siguió el consejo. Por supuesto la convenció.

x La mujer, entusiasmada, se fue con la falda larga hasta el tobillo, poco a poco se le desagarraba con las púas en el camino y al cruzar el primer "aguamal" se redujo a minifalda porque la prenda quedó desgarrada.
x Se le pegaron por todo el cuerpo garrapatas y bichos. El fuerte sol le quemó la piel. El pelo se le maltrató: le quedó tieso como estropajo. Las manos llenas de ampollas y llagas que se le hicieron al abrirse paso entre el espeso monte.

x Toda vuelta mierda y sin aliento, estuvo a punto de sufrir un infarto al toparse con una enorme víbora.
Por fin, después de tantos martirios, encontraron al venado. El hombre sigiloso se acercó a su presa, y localizó el blanco justo para liquidar al escurridizo animal. ¡Bang! Y el venado cayó muerto.
La mujer no cabía de júbilo pensando que su sufrimiento había terminado, pero no era así.

--Ahora, mi amor, quiero que cargues el venado para que veas lo bonito que se siente -- le dijo el hombre masticando con una expresión rabiosa en cada una de sus palabras.
La mujer casi se desmaya ante la mirada asesina de su marido, pero ante la desesperación por regresar a su casa no tuvo aliento ni para replicar, cargó el venado en su espalda hasta su casa.
Vuelta mierda, casi muerta con las piernas temblando, jadeando y a punto de reventarle el corazón, llegó y tiró el animal en la sala de su casa.
Sus pequeños hijos y sus vecinos, salieron a recibir a la pareja de cazadores y acostumbrados a la repartición, gritaron los niños a su mamá con alegría:
-- Mamá, mama!! Vamos a repartir el venado, la mamá de Huguito está esperando por una pierna del venado!!!.
La mujer tirada en el piso, hizo un esfuerzo sobrehumano para levantar la cabeza y con los ojos inyectados de sangre volteó a ver a los niños y agarrando aire hasta por las orejas, les gritó:
¡¡¡ Este venado no me lo toca NADIEEEE !!! y tú Huguito, ve y dile a tu mamá que se vaya al mismisimo diablo!!!!! El que toque este Venado lo Mato!!!!!!!!!!!


"REFLEXIÓN"
Para valorar el esfuerzo ajeno y respetar la real dimensión del trabajo de los demás, todos debemos aprender a "cargar el venado".
Muchos tienen riquezas, empresas y comodidades porque durante años cargaron muuuuchos venados para llegar a donde están ahora…
Y muchos otros como la comadre del cuento siempre esperan cual hienas a que llegue el vecino, el amigo, el conocido o el desconocido con el venado a cuesta para caerle y desgarrarlo, sin importar el esfuerzo que les ha costado conseguirlo
La experiencia adquirida con el paso de los años nos ha enseñado.
Sólo se valora aquello que se ha adquirido como resultado de nuestro arduo trabajo.
Sólo cuidamos aquello que nos ha costado esfuerzo, sudor y sacrificio.

Nunca pienso en el futuro - ya llegará!
(Albert Einstein)

sábado, 28 de agosto de 2010

¿BUENA SUERTE?, ¿MALA SUERTE?, ¿QUIEN SABE?



Una historia china habla de un anciano labrador que tenía un viejo caballo para cultivar sus campos. Un día, el caballo se escapa a las montañas. Cuando los vecinos del labrador le dijeron que mala suerte tenía por perder el caballo, él les replicó: ¿Buena suerte ?, ¿Mala Suerte? ¿Quién sabe?
Una semana después el caballo volvió trayendo consigo una manada de caballos salvajes. Entonces los vecinos felicitaron al labrador por su buena suerte y éste les respondió: ¿Buena suerte ?, ¿Mala Suerte? ¿Quién sabe?.
Cuando el hijo del labrador intentó domar uno de los caballos, se cayó y se rompió una pierna. Él consideró esto como una desgracia. No así el labrador, quien se limitó a decir: ¿Buena suerte ?, ¿Mala Suerte? ¿Quién sabe?
Unas semanas más tarde, el ejército entró en el poblado y fueron reclutados todos los jóvenes que s encontraban en buenas condiciones. Cuando vieron al hijo del labrador con la pierna rota, lo dejaron tranquilo. ¿Había sido buena suerte? ¿Mala Suerte? ¿Quién sabe?
Todo lo que parece a primera vista contratiempo puede ser un disfraz del bien. Y lo que parece bueno a primera vista puede ser realmente dañino. Así pues, será postura sabia que demos a Dios decidir lo que es buena y mala suerte, y le agradezcamos que todas las cosas se conviertan en bien para los que le aman.

Setiembre 2201
Revista Arco Iris
Arcoiris33@hotmail.com

lunes, 9 de agosto de 2010

DEJA QUE TU LUZ BRILLE.....



Una pequeña niña se encontraba entre un grupo de personas, que eran guiadas en una excursión por una gran catedral. Mientras el guía daba explicaciones sobre las diversas partes de la estructura, el altar, el coro, la mampara y la nave principal, la atención de la pequeña estaba enfocada en una vidriera de colores.
Estuvo por largo tiempo, considerando en silencio la ventana. Al elevar la vista hacia las figuras que formaban parte del vitral, su rostro fue bañado en un arco iris de colores cuando el sol de la tarde inundó el ala cruciforme de la inmensa catedral.
Cuando el grupo se preparaba para continuar la gira, la niña se llenó de valentía y preguntó al guía: "¿Quiénes son las personas que están en ese vitral tan hermoso?
-Esos son los santos" -respondió aquel.
Esa misma noche, mientras la niña se alistaba para acostarse, le dijo a su madre con orgullo:
-Sé quiénes son los santos.
-¿Lo sabes? -respondió la madre. ¿Y me podrías decir quiénes son?
Sin vacilar la niña respondió:
- ¡Son las personas que dejan que la luz brille a través de ellas.

viernes, 6 de agosto de 2010

¿Dónde están los milagros?


Preguntan los hombres y mujeres de hoy, que van buscando por el mundo, pruebas del infinito amor de Dios. ¿Dónde los estamos buscando, si somos el Milagro más grande de la creación?…
El milagro de abrir los ojos a un nuevo día, el tener la oportunidad de hacer de tu vida lo que quieras hoy, el sentirte vivo a pesar de cualquier momento asumido, el ser capaces de sentir los latidos que da sin parar el corazón.

Basta creer, no perder nunca la fe, ser capaces de ver más allá, tener esa capacidad de asombro que nos ayuda a disfrutar de la magia que nos ofrece la naturaleza y toda la grandeza que en nosotros a semejanza de Dios, hay.

Cuando se es niño, se cree en los sueños, la magia y la fantasía, tenemos la certeza que Dios todo lo puede y que si luchamos por ello, nuestras ilusiones se pueden hacer realidad; a medida que pasa el tiempo y vamos creciendo, los momentos fantásticos se volverán cada vez más cortos; sin darnos cuenta, nos olvidamos de muchas cosas y dejamos de creer en casi todo.

Hay quienes consideran que en las personas con discapacidades no existe la perfección de Dios; ¡qué ciegos son, aún teniendo ojos que ven!, porque no logran comprender, que en lo más pequeño y aparentemente imperfecto, ahí es donde se dan tantos milagros que a todo aquel que lo descubra le ha de sorprender.

¿Quién no logra asombrarse cuando ve a un ser humano que sin manos pinta con la boca o con los pies? ¿Quién no llora de emoción, cuando descubre que alguien con alguna limitación alcanza cosas más grandes que aquellos a quién aparentemente nada les faltó? Cuando se piensa que se tiene todo, se limitan los sueños, se debilita la fe, se acaba el sentimiento de búsqueda, nada se espera, se estancan las ilusiones, se acomoda el ser.

Por eso existe en la debilidad y fragilidad, un milagro más que nos da la capacidad de llorar, de buscar, de esperar, de llamar a la puerta y tener la certeza de que seremos escuchados y se nos abrirá. Muchos están a la espera de un milagro: una sanación, un empleo, una conversión; y cuando no se da lo que tanto pedimos, así como lo esperamos, nos sentimos frustrados, creemos que Dios no nos ha escuchado o nos ha abandonado.

No siempre los milagros suceden como los anhelamos, quizás nos vienen de otra forma y ni cuenta nos damos; no podemos permitir que nada nos quebrante la fe, estamos vivos hoy, y mientras eso pase, muchas cosas suceden y otros más están por suceder; por eso, no dejemos de pedir y mucho menos, de agradecer.


AUTOR: KARY ROJAS

jueves, 29 de julio de 2010

LAS FRONTERAS DEL YO



Después de haber declarado que la experiencia de “enamo¬rarse” es una especie de ilusión que en modo alguno no constituye el amor verdadero, habré de concluir modificando algún tanto la perspectiva para señalar que enamorarse es algo que en ver¬dad está muy cerca del amor verdadero. En realidad, la falsa concepción de que enamorarse es un tipo de amor está tan difundida precisamente porque contiene algo de verdad.
La experiencia del amor verdadero tiene también que ver con las fronteras del yo puesto que supone una extensión de los límites de uno. Los límites de uno son las fronteras del propio yo. Cuando ampliamos nuestros propios límites por obra del amor lo hacemos extendiéndolos, por así decirlo, hacia el obje¬to amado cuyo crecimiento deseamos promover. Para que podamos hacerlo, el objeto amado debe primero sernos ama¬do; en otras palabras un objeto exterior a nosotros que está más allá de las fronteras de nuestro yo debe atraernos, debe ser susceptible de que nos entreguemos a él y nos comprome¬tamos con él. Los psiquiatras llaman a este proceso de atracción, entrega y compromiso “catexia” y dicen que “catectizamos” el objeto amado. Pero cuando catectizamos un objeto exterior a nosotros también incorporamos psicológicamente en noso¬tros una representación de ese objeto. Por ejemplo, considera¬rnos cl caso de un hombre que tiene por hobby la jardinería. Ese hombre “ama” la jardinería. Su jardín significa mucho para él.
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Ha catectizado su jardín. Lo encuentra atrayente, está entre¬gado al jardín, está comprometido con él, tanto que es capaz de levantarse muy temprano un domingo por la mañana para cuidarlo; ese hombre puede negarse a viajar para no alejarse del jardín y hasta puede descuidar a su mujer. En esa catexia y a fin de cultivar sus flores y arbustos ese hombre aprende muchísimas cosas, llega a ser un experto en jardinería, en suelos y fertilizantes, en la poda conveniente. Y conoce su jar¬dín en todos sus detalles, su historia, las clases de flores y plantas que hay en él, su disposición general, sus problemas y hasta su futuro. A pesar de que su jardín existe fuera de él, por obra de la catexia el jardín ha llegado a existir también en el interior de ese hombre. El conocimiento que tiene de él y todo cuanto significa para el jardinero forman parte de él mismo, parte de su identidad, parte de su historia, parte de su saber. Al amar y catectizar el jardín ese hombre lo incorporó dentro de sí de una manera completamente real, y en virtud de esa incorporación su persona ha crecido y las fronteras de su yo se han extendido.
Lo que ocurre pues en el curso de muchos años de amor, de extender nuestros límites por obra de nuestras catexias, es una gradual y progresiva ampliación dc la persona, una incor¬poración en ella del mundo exterior y un crecimiento, en tanto que se opera un debilitamiento de las fronteras de nuestro yo. De esta manera cuanto más nos extendemos, más amamos y menos nítida se hace la distinción entre uno mismo y el mun¬do. Llegamos a identificamos con el mundo. Y a medida que se atenúan y debilitan las fronteras de nuestro yo, experimentamos cada vez más intensamente ese mismo éxtasis que habíamos experimentado cuando se derrumbaron parcialmente las fron¬teras de nuestro yo y nos “enamorarnos”. Sólo que en lugar de habernos fundido transitoriamente e ilusoriamente con un obje¬to amado, nos fundimos de manera más permanente y realis¬ta con gran parte del mundo. Así puede establecerse una “unión mística” con todo el mundo. La sensación de éxtasis o biena¬venturanza que acompaña a esta unión, si bien puede ser más suave y menos dramática que la sensación que acompaña al enamoramiento, es sin embargo mucho más estable, duradera y satisfactoria. Esa es la diferencia que hay entre la experiencia de la cumbre, tipificada por el enamoramiento, y lo que Abraham Maslow caracterizó como la “experiencia de la meseta”. Aquí las alturas no brillan repentinamente para luego perderse; se las alcanza para siempre.
Es obvio que la actividad sexual y el amor, si bien pueden darse simultáneamente, con frecuencia están disociados porque son fenómenos fundamentalmente separados en sí mismo, el acto de hacer el amor no es un acto de amor. Sin embargo, la experiencia del acto sexual y especialmente del orgasmo (aun en la masturbación), es una experiencia asociada también con un grado mayor o menor de derrumbe de las fronteras del yo y del éxtasis correspondiente. A causa de este colapso de las fronteras del yo podemos exclamar en el momento culminan¬te “¡Te amo! “, y decírselo a una prostituta por la cual unos instantes después (cuando las fronteras del yo recuperan su lugar) no sintamos ni pizca de afecto. Esto no quiere decir que el éxtasis del orgasmo no pueda acrecentarse si se lo com¬parte con una persona amada; en efecto puede acrecentarse. Pero aun sin tratarse de una persona amada el colapso de las fronteras del yo que se da conjuntamente con el orgasmo puede ser total; durante un segundo podemos olvidamos por completo de quienes somos, perdernos en el tiempo y el espa¬cio, sentirnos fuera de nosotros mismos, transportados. Pode¬mos fundirnos con el universo.., pero sólo durante un segundo.
Usé la expresión “unión mística” para designar la pro¬longada “unidad en el universo” que se experimenta en el verdadero amor a diferencia de la momentánea unidad propia del orgasmo. El misticismo es esencialmente una creencia según la cual la realidad es unidad. El místico más profundo cree que nuestra percepción común del universo que ve en él multitud de objetos diferentes —astros, planetas, árboles, pá¬jaros, casas, nosotros mismos— todos separados por fronteras es una percepción falsa, una ilusión. Los hindúes y budistas usan la palabra “Maya” para designar esta general percepción falsa, este mundo de ilusión que nosotros erróneamente cree¬mos que es real. Ellos y otros místicos sostienen que la verda¬dera realidad sólo puede conocerse experimentando la unidad, lo cual se logra eliminando las fronteras del yo. Es imposible, captar realmente la unidad del universo mientras uno con-tinúe considerándose como un objeto separado y distinto del resto del universo de alguna manera. Por eso, frecuentemente los hindúes y budistas afirman que el niño antes de desarro¬llar las fronteras del yo conoce la realidad, en tanto que los adultos no la conocen. Y hasta sugieren que la senda que condu¬ce a la iluminación o conocimiento de la unidad de la realidad exige que suframos un proceso de regresión para hacernos como niños. Ésta puede ser una doctrina peligrosamente tentadora para ciertos adolescentes y jóvenes que no están preparados para asumir las responsabilidades del adulto, las cuales les parecen abrumadoras y más allá de su alcance. Tales personas pueden pensar “No tengo que pasar por todas esas cosas; puedo tratar de renunciar a ser un adulto y retirarme a la santidad sin asumir las responsabilidades
del adulto. Pero, al obrar de conformi¬dad con esta suposición, lo que se da es la esquizofrenia antes que la santidad.
Casi todos los místicos comprenden la verdad que expusi¬mos al terminar nuestra discusión sobre la disciplina: que debe¬mos poseer algo o haber alcanzado algo antes de poder renun¬ciar a ello y conservar sin embargo nuestra capacidad y com¬petencia. El pequeño que no tiene todavía fronteras de su yo puede estar en contacto más íntimo con la realidad que sus padres, pero es incapaz de sobrevivir sin el cuidado de los padres e incapaz de comunicar su saber. El camino que conduce a la santidad pasa a través de la edad adulta. Aquí no hay atajos rápidos ni fáciles. Las fronteras del yo deben consolidarse y endurecerse primero. Es menester que se establezca una iden¬tidad antes de que se la pueda trascender. Uno debe encontrar su propio yo antes de poder perderlo. La transitoria eliminación de las fronteras del yo que se produce al enamorarnos, al practicar el acto sexual o al usar ciertas drogas psicoactivas puede darnos un atisbo del nirvana, pero no el nirvana mismo. Una de las tesis de este libro es la de que el nirvana o la iluminación duradera o el verdadero crecimiento espiritual pueden alcanzarse sólo en virtud del persistente ejercicio del amor real.

En resumen, pues, la pérdida temporaria de las fronteras del yo cuando nos enamoramos o cuando practicamos el acto sexual no sólo nos lleva a comprometernos con otra persona, sino que además nos da un pregusta (y por lo tanto un incen¬tivo) del éxtasis místico al que podemos llegar en una vida de amor. Por eso, aunque enamorarse no es en sí mismo amar, esa experiencia forma parte del esquema grande y misterioso del amor.

miércoles, 21 de julio de 2010

Todo lo que das, se te devuelve...




por Shoshan

Hay una gran verdad en la vida:

La ley del karma que es la causa y efecto, todo lo que haces en la vida, ya sea bueno o malo, te es devuelto, es por esa razón que siempre hay que actuar con cordura, con justicia, con amor, sin soberbias porque a medida que das cosas buenas a las personas, ellas querrán estar cerca cerca de ti; no alejes a tus amigos o familia con malas acciones pues ello sólo traerá desolación a tu vida.

Lo que das recibes…

A veces hay personas que destacan por encima de los demás, incluso quienes provocan simpatía y buenos sentimientos. Si lo tomas bien, estas personas podrían motivarte a ser mejor.

De lo contrario, si el hecho de que a esa persona le vaya mejor que a ti sólo provoca celos y envidia, toda esa mala energía que proyectas se puede volver contra tu persona.

Mejor sería imitar las cosas buenas que observas,las que le hacen ser diferente y destacar. Tratar de imitar lo bueno de los demás no es malo, todo lo bueno lo podemos utilizar para nuestro bien,si te abres a ese mundo de posibilidades seguro que tu vida será mucho más feliz y placentera.

Cuando veas a una persona que es una triunfadora, que todo lo que emprende le va bien,piensa que ha sido una persona buena que ha repartidos sus bendiciones.

"Si no das,lo que recibes se pudre y no le sirve a nadie."

Todo lo que hacemos ya sea bueno o malo, aquí mismo lo veremos de vuelta hacia nosotros.

Sé una buena persona, haz cosas por los demás, no trates mal a nadie aunque se lo merezca; así tu corazón albergará sólo buenos sentimientos y podrás caminar por la vida alegre y sin prisas porque has actuado como un buen ser humano.

Sólo los buenos sentimientos deberían vivir en tu interior.No tengas cabida en tú corazón para el egoísmo, los celos o la envidia. Eso es un gran desgaste para ti misma y con eso jamás lograrás alcanzar una buena actitud frente a la vida.

La mejor competencia es con una misma, tratando cada día de ser mejores a modo que podamos dar lo mejor a todos los que nos rodean.


Con amor,
Shoshan

martes, 20 de julio de 2010

ABUNDANCIA ILIMITADA...



Por Jennifer Hoffman

Cada uno de nosotros quiere abundancia en nuestras vidas – queremos tener mucho dinero, amor, éxito y felicidad. Si no tenemos esas cosas creemos que la abundancia no está presente. Eso es porque tendemos a describir lo “bueno” en nuestra vida como abundancia y lo “malo” como carencia. Así que creemos que si tenemos dinero, amor, éxito y alegría entonces tenemos abundancia. Y si no tenemos esas cosas no tenemos abundancia, o tenemos carencia. Pero eso es equivocado. Nosotros existimos en un estado de abundancia todo el tiempo. Ya sea que tengamos lo que queramos o no, siempre tenemos abundancia en cada área de nuestra vida.
Nuestra tendencia a poner la abundancia junto con lo bueno en nuestra vida es lo que nos lleva equivocadamente a pensar que no podemos manifestar lo que queremos o que no estamos siendo bendecidos cuando vemos nuestra vida y solamente vemos problemas o carencia. Si cambiamos nuestra definición de abundancia de “riqueza” a simplemente tener una gran oportunidad, podemos ver dos cosas: en donde tenemos abundancia y de lo que tenemos abundancia. Entonces tendremos la información que necesitamos para manifestar lo que verdaderamente queremos.
Con una nueva definición de abundancia podemos ver nuestra vida de una forma muy diferente. ¿Existen áreas de su vida con las que no estén felices? Entonces tienen una abundancia de insatisfacció n. ¿Tienen pocos amigos y no mucho de una red social? Entonces tienen una abundancia de soledad. ¿No tienen suficientes recursos financieros? Entonces tienen una abundancia de carencia. ¿Desean poder comenzar un nuevo camino en su vida pero parece que no pueden dar ese primer paso? Entonces tienen una abundancia de miedo y duda.
Cuando tenemos muchas cosas que no queremos en nuestra vida, por ejemplo, relaciones difíciles, un trabajo insatisfactorio, dinero insuficiente, problemas con amigos y familia, pensamos que no tenemos abundancia. La tenemos, tenemos una abundancia de muchas cosas que no nos gustan. ¿Quién es responsable por eso? Una pista, no es el Universo. El Universo simplemente responde a nuestras peticiones. No las juzga ni nos recuerda que estamos pidiendo cosas que no van a hacernos felices.
¿Por qué intencionalmente manifestaríamos lo que no queremos? Hay muchas razones, por costumbre, miedo, duda, lecciones kármicas, o nuestras creencias sobre cuánta felicidad, éxito, riqueza y amor merecemos. Esa sola es la razón por la que tenemos abundancia de cosas que no nos traen alegría, paz, éxito y amor. El Universo nos da lo que pedimos, no más y no menos.
Una vez que sabemos dónde existe la abundancia, podemos comenzar a enfocarnos en la creación de una abundancia de cosas que queremos y menos de lo que no queremos. Transformar lo que estamos atrayendo para nosotros es tan fácil como poner atención a lo que estamos pidiendo, cómo lo estamos pidiendo y lo que creemos. Mientras que podemos no decir intencionalmente al Universo “quiero un trabajo insatisfactorio”, nuestra creencia de que no seremos felices con un trabajo o que no podemos encontrar uno que sea satisfactorio o incluso uno que nos pague lo que creemos que merecemos es suficiente para crear un trabajo insatisfactorio.
Pedir lo que queremos no es suficiente – ¿creemos que podemos tenerlo y que lo merecemos? Si no, siempre nos quedaremos cortos de obtener algo que nos satisfaga en cada forma. Todo lo que pensamos, decimos y hacemos afecta lo que atraemos en nuestras vidas. Nuestros pensamientos tienen simplemente tanta energía como lo tienen las palabras, así que si decimos que queremos un compañero amoroso en nuestra vida pero no creemos que alguna llegará a nuestra vida, no deberíamos sorprendernos de que estemos solos todavía otro día, mes o año.
Cambiar nuestras creencias sobre lo que merecemos es una de las cosas más difíciles que podemos hacer. Requiere vigilancia constante de nuestros pensamientos y palabras. Debemos hacer un esfuerzo genuino por recordar que somos poderosos, seres espirituales divinos que tienen la habilidad de crear lo que sea que queramos. Cualquier cosa que esté actualmente en nuestra vida es un resultado de algo que pedimos, ya sea que lo hayamos pedido consciente o inconscientemente, creímos que lo merecíamos y continuaremos manifestándolo hasta que nos transformemos.
¿De qué tienen una abundancia en su vida? ¿Está fluyendo suavemente y están felices con cada aspecto de su realidad? Si no, recuerden que han creando abundancia, simplemente que no están felices con ella. Una vez que se dan cuenta de eso, pueden enfocar sus esfuerzos de manifestación en crear una abundancia de lo que les traiga éxito, alegría, amor y paz. Vigilen sus pensamientos y palabras, revisen sus creencias y cambien las que les limiten, tomen acción cuando las puertas se abran y las oportunidades se presenten y entren en su poder. Creen una abundancia de cosas que los tenga contentos para saludar cada nuevo día y vivir la vida de sus sueños. Está dentro de su poder el crear abundancia – úsenlo para crear una abundancia de alegría y bendiciones.


Jennifer Hoffman, del libro del Arcángel Uriel “Cambiando Nuestra Consciencia – El Proceso de Sanación de la Humanidad

domingo, 18 de julio de 2010

CUANDO TE RINDES A LO QUE ES....


Cuando te rindes a lo que es
y estás plenamente presente,
el pasado ya no tiene ningún poder.
Entonces se abre el reino del Ser,
que había quedado oscurecido por la mente.
De repente, surge una gran quietud dentro de ti,
la sensación de una paz insondable.
Y en esa paz hay una gran alegría.
Y dentro de esa alegría hay amor.
Y en su núcleo más interno está lo sagrado,
lo inconmensurable,
eso que no puede ser nombrado.


E. Toole

jueves, 1 de julio de 2010

...¡ NO ME IMPORTA !

¡No me importa!

Hay un trabajo muy importante, y es necesario cumplirlo, "Cada quien" cree que "Alguien" va a hacerlo.

Este trabajo "Cualquiera" puede hacerlo, pero "Nadie" lo hizo, por eso, "Alguien" se enoja por esto, porque esto es el trabajo de "Cada quien" y "Cada quien" creé que "Cualquiera" puede alcanzarlo, pero "Nadie" se da cuenta de que "Cada quien" no va a ir a hacerlo.

Y el resultado es: cuando "Nadie" va a hacer el trabajo que "Cualquiera" pueda alcanzarlo, pues, "Cada quien" echa culpa a "Alguien".

lunes, 28 de junio de 2010

RESONANCIA SCHUMANN

RESONANCIA SCHUMANN Insistencia de la masa critica
COMPARTIENDO ESTE CRECIMIENTO EN CONCIENCIA.
EL SALTO CUÁNTICO DIMENSIONAL - RESONANCIA SCHUMANN

Por: OSCAR SIERRA

ESTA INFORMACION SE PUEDE COMPROBAR , SIMPLEMENTE CON EL HECHO DE QUE LA RESONANCIA SCHUMANN DEL PLANETA TIERRA SE HA ELEVADO DE 7.8 HZ A 12 HZ EN TAN SOLO 6 AÑOS, CUANDO ESTUVO ESTATICA EN 7.8HZ POR SIGLOS
AHORA ¿PREGUNTENSE POR QUÉ SE HA ELEVADO LA RESONACIA SCHUMANN Y QUE ES LO QUE LO ESTA GENERANDO ? ¿QUE PUEDE ACELERAR ESTE PROCESO ?



El mundo está yendo hacia un gran cambio. El pasaje a la cuarta dimensión, es el salto Cuántico dimensional que tiene que llevar a cabo el hombre de esta raza en estos tiempos.
Estamos escuchando profecías catastróficas.
La forma de que ocurra una desgracia es pensar que eso puede ocurrir y no hacer nada al respecto.
A través de las épocas, los grandes iluminados han dado pistas de lo que ocurriría en estos tiempos.
Habrá un cambio planetario, y este es inminente La Tierra y los planetas del sistema solar irán pasando de la tercera dimensión a la cuarta dimensión, Jesús decía en la Biblia: "Aquellos días si no se acortaran a razón de lo justos, ninguna carne se salvaría". Y desde luego la gente se pregunta, ¿cómo se va a acortar el tiempo?
A partir de Mayo del año 2000, una energía de cuarta dimensión alteró la carga electromagnética de la Tierra.
En la UTN de Munich, Alemania, el Dr. Schumann descubrió un efecto de resonancia en el sistema Tierra Aire Ionosfera, que mostraba la particularidad de polarizarse e imponer posibles direcciones perpendiculares de vibraciones.
El descubrimiento del Dr. Schumann es hoy conocido con el término de "Resonancia Schumann". Libro tratado de Metafísica Cuántica y Astrofísica "MetaCuántum" se encuentra disponible en todas las bibliotecas públicas y sitios de Internet.
La Resonancia de Schumann ha sido de 7.8 hz durante siglos. Esto arrojaba como resultado las 24 Hs que tardaba la Tierra al dar un giro sobre su eje.
Desde 1980 la Resonancia de Schumann se ha elevado hasta 12 Hz. Esto significa que, un día de 24 horas ahora equivalen a 16 horas. ¡El tiempo lineal se afecto, se está acelerando!
Después del año 2000 hasta ahora, el tiempo pasa volando. El día no alcanza para hacer todo lo que se desea hacer.
Antes esperábamos que llegue Navidad. Ahora la Navidad, cumpleaños y otros acontecimientos importantes nos encuentran sin siquiera esperarlos.
Cuando se produzca el cambio dimensional y esto ocurre en todos los planetas de la galaxia, se alteraran los campos magnéticos de la Tierra.
Desde hace dos mil años se comenzaron a debilitar cada vez más los campos magnéticos. La estabilidad mental y la memoria radican en los campos magnéticos que es lo que sostiene nuestra memoria y nuestra cordura.
A medida que se vayan debilitando los campos magnéticos de la Tierra, la vida se volverá cada vez más peligrosa. Ya comenzó a ocurrir y seguirán ocurriendo más frecuentemente desastres como terremotos, tsunamis y otras calamidades telúricas.
En el planeta todos los seres vivos se verán afectados pues se alteran sus patrones mentales y la forma de pensar.
Las personas se vuelven cada día más agresivas y temerosas. Los pájaros que siguen los campos magnéticos con sus migraciones se encontraran confundidos y las ballenas encallaran en cualquier parte.
Si la Resonancia de Schumann llega a la frecuencia de 13 ciclos la Tierra detendría su rotación y, estaríamos en el campo magnético del punto cero o 13 de la escala de Schumann.
La Tierra se detendría y en dos o tres días comenzaría a girar nuevamente en la dirección opuesta Esto produciría una reversión en los campos magnéticos de los Polos Norte y Sur, con el consiguiente desequilibro ecológico y el caos tecnológico de la población mundial.
El tema de la resonancia Schumann, hasta hace muy poco fue ocultado por los gobiernos de Estados Unidos y de Gran Bretaña.
Formamos parte de una Unidad Divina, Cósmica. La física cuántica lo ha demostrado. El observador es parte del fenómeno. Si tomamos parte en el fenómeno y establecemos una relación con los diversos elementos el agua, el fuego, la tierra y el aire, tenemos la oportunidad de hacer que ellos nos acepten literalmente como sus amos. Y pedirles amorosamente su colaboración.
Si se logra, que una pequeña masa crítica de la población, realice una acción personal con los elementos, se podría detener una catástrofe.
Una sola persona que realice esta acción tendría el poder de salvar a 15.000 personas. O sea que si en el planeta hubiéramos medio millón de personas actuando al unísono, el mundo cambiaría.
Es de suma importante desarrollarnos personalmente para evolucionar espiritualmente y actuar en servicio.
El pasaje dimensional tendrá efecto entre diciembre del año 2012 y febrero del 2013. Comenzaremos a ver que todo se agravará.
Se está separando la paja del trigo. La cosecha está siendo levantada. Los Graneros del Padre se están llenando.
La población mundial se está polarizando cada vez más. Por un lado se ven más personas honestas y por el otro, más deshonestas.
En la Tierra, esto se irá agravando porque los campos electromagnéticos se van poniendo cada vez más erráticos. Todo esto se viene incrementando colectiva e individualmente año tras año.
Si como expresamos anteriormente, ejercitamos la relación directa con los elementos, seremos capaces de guiarlos constructivamente fuera y dentro de nuestro cuerpo
A medida que la energía de cuarta dimensión vaya ingresando en nuestro planeta, la relación entre causa, efecto y manifestación ocurrirá más rápido (lo que se piense tanto bueno como malo se materializara con mayor velocidad).
Si posamos nuestra atención en una desgracia y no tomamos una acción positiva al respecto la agravaremos.
Si pensamos en catástrofe, la vamos a provocar. Tenemos que cuidar el pensamiento pues todo se irá agravando cada vez más hasta que se llegue a un período crítico donde todo será gravísimo.
Recordemos el Salmo 91 que dice: "Caerán mil y diez mil a tu diestra pero a ti no te pasará nada". Esto nos dice que si seguimos las leyes universales y actuamos en consecuencia, manifestando acción en servicio nada podría dañarnos.
Nuestra misión es llevar este mensaje a todos aquellos que estén dispuestos a recibirlo.
Es hora de tomar conciencia de que lo que vemos afuera es el reflejo directo de lo que llevamos dentro.
Es verdad que nadie por si solo puede salvar al mundo. Pero si cada uno emprende la sublime tarea de alcanzar su propia salvación se podrá lograr la masa crítica necesaria para que la raza humana pueda dar este gran salto cuántico y volver a convivir en Paz y armonía con sus congéneres y sanear el Mundo que lo cobija.

miércoles, 23 de junio de 2010

Sufrimiento emocional, la asignatura pendiente



From: Fernando Courrèges
nandeges@hotmail.com

http://fernandorivadullareflexiones.blogspot.com/2009_11_01_archive.html


"El anciano maestro Zen puso un hermoso y valioso jarrón, antiquísima y única herencia familiar, delante del cónclave a la espera de encontrar un sucesor entre los asistentes. Les indicó que aquel jarrón no era más que un problema y se sentó a esperar... Un alumno se levantó y con determinación destrozó el jarrón con su sable. El que a priori parecía un loco temerario, resultó ser el elegido. Un problema por muy antiguo, valioso y útil que sea seguirá siendo un problema y como tal debe ser eliminado, sentenció el maestro justificando así su elección y honrando el valor del nuevo abad…" Cuento budista

Si, por las circunstancias, tuviésemos la posibilidad de conocer y entablar cercana relación con muchas personas, enseguida nos daríamos cuenta que no hay más que arañar un poco en el corazón de cada una de ellas para descubrir que, en mayor o menor medida, todas padecen algún tipo de problema personal; de hecho, esto ya lo percibimos en nuestras relaciones habituales y, por supuesto, en nosotros mismos. Familia, trabajo, amigos, existencia… siempre hay algún ámbito de nuestra vida que nos genera sufrimiento, que nos genera dolor, que nos genera malestar. Las emociones, los síntomas de esta epidemia están tan extendidas en la raza humana que, de ser un virus, sería, inmediatamente, declarada la pandemia.

Es evidente que todavía no estamos lo suficientemente concienciados sobre esta cuestión como para que pueda despertar el necesario interés social que suscite el desarrollo de una nueva forma de educar en el seno familiar, basada -fundamentalmente- en una buena profilaxis traumática que permita al niño crecer feliz y con una buena salud emocional. Y, ¿por qué no?, también, una nueva asignatura educativa que nos aporte, especialmente desde la infancia, la información y herramientas necesarias para desarrollar todo nuestro potencial humano y evitar que tengamos que hacer uso de nuestros naturales mecanismos de resiliencia.

Lo cierto ahora es que podemos sufrir desde una leve insatisfacción existencial ("sufrimiento de baja intensidad") a una grave manifestación emocional ("emotio-terrorismo"). Realmente, el grado en que suframos no es lo importante sino el problema en sí, y cualquier problema puede y debe ser abordado y solucionado, como bien transmitía el cuento de la presentación. Pero, para poder hacerlo, se hace imprescindible que antes aprendamos a reconocer el sufrimiento, y a reconocer quién tiene la responsabilidad sobre ese sufrimiento. Lamentablemente, abordar estas cuestiones se hace inviable debido a la falta de educación emocional y la adaptabilidad a las que aludía en el párrafo anterior. Esto, unido a que nuestra salud emocional está supeditada al actual paradigma sicológico caracterizado por sus temidas etiquetas y sus interminables y dudosos tratamientos, consigue que las procesiones sigan por dentro y nuestros "asuntos" permanezcan todavía en la carpeta de tabúes pendientes de airear.


Reconocer el sufrimiento

Nuestro marco educativo nos ha condicionado para creer que el sufrimiento es innato al ser humano y, en consecuencia, no hay nada que se pueda hacer salvo adaptarse a él, haciendo uso de nuestra resiliencia. Si prestamos atención, existen muchas frases que hemos heredado de nuestros padres y abuelos y repetimos inconscientemente como si fuesen una verdad inmutable: "la vida es la escuela del dolor" "soy como soy, y a mi edad ya no se puede cambiar", "el amor es sufrimiento", "la felicidad es una utopía", etc. Creencias que nos sitúan en el inmovilismo, la resignación y la desesperanza. No son sólo frases, es lo que se nos ha transmitido y forma parte de la personalidad con la que interpretamos la vida. El Dr. Miguel Ruiz lo define como "el libro de la ley".

Hay personas que acuden a mi consulta con la intención de dar solución a algún pequeño problema recurrente que en ese momento le perturba; pero, cuando empiezo a profundizar en su corazón, pronto constato que lo que me cuenta no es más que algo que distrae su atención de lo verdaderamente importante, la punta de un iceberg que esconde debajo una cantidad inmensa de rabia y dolor que, por increíble que parezca, la persona está tan acostumbrada a él que no es capaz de identificarlo, y mucho menos calibrar sus efectos.

La actitud que mejor puede rescatar las oscuras sombras de nuestro corazón y sacarlas a la luz es la sinceridad, entendida como un hermoso acto de generosidad con uno mismo a través del cual reconocemos que algo no va bien y nos ponemos en disposición de averiguar qué. Y es en ellas, en nuestras sombras, donde están todas las respuestas que necesitamos. Un ejercicio meditativo muy eficaz para empezar a obtener respuestas es formularnos la pregunta ¿soy feliz? O también ¿estoy en paz? Es igual cómo definamos o justifiquemos todo lo que encontremos, lo que no sea felicidad o paz es sufrimiento. Si lo haces, recuerda que es solo un ejercicio de observación; no es necesario que lo cuantifiques, solo que lo identifiques.

Reconocer la responsabilidad

En párrafos anteriores revelaba una de las tres actitudes necesarias para abordar de manera adecuada un proceso de alquimia emocional, la sinceridad. Quiero exponer ahora otra de esas actitudes, se trata de la responsabilidad.

Que no nos hayan enseñado a plantearnos una solución de continuidad a nuestro sufrimiento y, menos aún, que tal posibilidad pudiera existir, perpetúa el hábito de nuestras exigencias emocionales que ineludiblemente nos hacen ver toros que no son, pero que parecen ser (como rezaba aquella cancioncilla de los setenta) Y es que el secuestro, al que nos someten nuestras emociones en el crucial instante en que el problema se manifiesta, nos lleva a confundir este con las circunstancias que lo desatan y, sobre todo, con los actores presentes en ellas

El problema no está, por tanto, en nuestras vivencias, sino en cómo nuestro corazón las interpreta; si lo hace con dolor, tenemos el sufrimiento asegurado. Tenemos que aceptar –definitivamente- que la culpa no está en el otro, o en las circunstancias, o en la vida, o incluso en Dios, como acostumbramos a creer. La responsabilidad es solo nuestra, y esta es una actitud que, ajena al castigo que genera la culpa, nos invita a reconocer, con sinceridad, que todo lo que sentimos, ya sea de índole dolorosa o placentera, nos pertenece, es nuestro patrimonio emocional. Que solo a nosotros nos corresponde darle solución y no creer, equivocadamente, que otro lo pueda hacer por nosotros con sus actos o palabras.

Siempre estamos esperando que el otro repare el daño que creemos nos ha causado y esto, con el tiempo, se va convirtiendo en un parásito que se aferra firmemente a nuestro corazón, secuestrando nuestro raciocinio y decidiendo y actuando por nosotros. Esa culpa, que adjudicamos al otro, nos impide ejercer el sanador y necesario gesto de perdón que, si bien no pretende exonerarlo de su responsabilidad, nos permite cortar los lazos de exigencia que establecemos por doquier y que nos devolverán la responsa-bilidad y la libertad a nuestras, hasta ahora, dependientes vidas.

Hasta aquí, mi pretensión ha sido dejar aclaradas las dos cuestiones fundamentales que planteaba al inicio de este artículo, reconocer el problema y la responsabilidad sobre el mismo. Pero, no quiero terminarlo sin revelar la tercera actitud que debemos desarrollar para dejar de sufrir. Sí podemos dejar de sufrir, podemos aprender a hacerlo. Y este es, en definitiva, el objetivo hacia donde verdaderamente va dirigida esta disertación.



Como dejar de sufrir

La tercera y última de las actitudes necesarias para tal hito es el compromiso. Es, realmente, el elemento crucial en este proceso la "declaración de intenciones", la energía iniciadora, continuadora y facilitadora de todos los procesos que se irán desarrollando a lo largo de nuestro periplo en pos de la libertad emocional, del poder bien entendido, el poder de elegir cómo me quiero sentir, cómo quiero decidir haciendo uso de mi libre albedrío. Tener compromiso significa tener intención, y esta no es más que el deseo consciente de solucionar los problemas que puedan estar manifiestos; significa tener decisión, que es la manifestación de la voluntad para continuar con el proceso hasta su conclusión; y significa tener enfoque, la motivación que surge de reconocer en el conflicto la oportunidad.

Llegados este punto, siempre surge una pregunta muy concreta entre los asistentes a mis conferencias "sí, eso está bien, pero… ¿cómo lo hago, cómo doy solución a mi sufrimiento?" La verdad es que la respuesta es tremendamente simple y, por eso, de orden superior (como dice la sabiduría oriental). Por comprensión. Y no olvidemos que la comprensión es la materia prima con la que se confecciona nuestra consciencia y, por ende, lo que impulsa nuestra evolución como seres humanos.

Para que la mente comprenda hemos de ofrecerle de forma ordenada, lógica y coherente toda la información emocional existente alrededor de un problema y, además, perfectamente relacionada con cada uno de sus creencias, pensamientos y reacciones, e incluso con el dolor físico, con la somatización. Es un volcado al consciente de todo el material subconsciente que permanece oculto. Esto es lo se conoce como Satori en la tradición oriental, un término que no debería resultarnos tan ajeno…

Si reconocemos en nuestros corazones la vocación suficiente como para iniciar un camino de crecimiento, y la capacidad para desarrollar las actitudes que me van a ser útiles en él (sinceridad, responsabilidad y compromiso), entonces ya sólo nos queda comenzar a andar. Pero, antes de empezar, hemos de resolver dos cuestiones fundamentales ¿cuál es el destino de nuestros pasos? y ¿qué mapa será el adecuado para poder alcanzarlo?

Sanación, crecimiento, búsqueda… son algunos de los términos que hoy empleamos para intentar explicar nuestro proceso evolutivo consciente y comprometido, pero estos términos no definen un destino. Se basan en el viejo paradigma "hemos venido a aprender" que busca soluciones en la información, en el conocimiento, en el esfuerzo del aprendizaje. El nuevo paradigma "hemos venido a reconocernos", al contrario que el viejo, nos invita a una tarea mucho más sencilla y hermosa: quitar lo que sobra. Conócete a ti mismo, tal y como rezaba el frontispicio del templo de Delfos, ese es, y no otro, nuestro destino. Ya ha llegado el momento de dejar de buscar "fuera" para comenzar a buscar "dentro"

La segunda cuestión se antoja más compleja; de hecho, no pocos buscadores se han perdido en el camino confundiendo –erróneamente- los medios con el fin. Lo que llamamos búsqueda no ha de ser más que una etapa, con fecha de caducidad, que nos permita discernir cuál es la herramienta más adecuada para alcanzar nuestro destino de las existentes en el amplio y confuso mercado espiritual. El método es necesario para mostrarnos el camino, sin saber qué hemos de hacer y cómo hemos de hacerlo no conseguiremos resultados, no llegaremos a nuestro destino. Sin mapa no puede haber singladura.

Poco a poco, empezamos a percibir que hay una íntima relación entre terapia y espiritualidad. Para poner un poco de luz en la confusión que todavía existe al respecto hemos de entender que la solución del sufrimiento es un paso más en el camino evolutivo, la fase inicial más urgente y -a la vez. la más difícil; pero, sin duda, la que más templará nuestro corazón. En esta fase es fácil perderse, tendemos a buscar fórmulas mágicas que aparten de nosotros el cruel cáliz emocional, atajos que eviten nuestra responsabilidad. Pero, lo cierto es que no somos conscientes de que el proceso de abordaje emocional desarrollará nuestra capacidad más maravillosa, la de comprender, y es esta -y solo esta- la que pondrá todo en orden en nuestro corazón.

Tenemos demasiado miedo a nuestras emociones; tienen el poder absoluto sobre nuestros comportamientos, sobre nuestras vidas, sobre nuestra libertad de sentir. Y no son mas que hábitos, costumbres, que se han asentado en el tiempo y que tienen origen en las vivencias que hemos asimilado con dolor en nuestra infancia. Comprender cómo sufrimos, por qué sufrimos y de dónde viene nuestro sufrimiento desactiva la energía que alimenta nuestros núcleos de conflicto, y nos devuelve el poder sobre nuestro sentir y nuestro actuar. Comprender desarrolla nuestra consciencia y nos enruta adecua-damente en nuestro propósito evolutivo.

Cuando nuestras emociones surgen tendemos a rechazarlas, esconderlas, evitarlas, disimularlas, reprimirlas, reprogramarlas… pero no a observarlas. Comprenderlas implica la necesidad de afrontarlas, enfrentarlas y utilizarlas. Ellas nos provocan el sufrimiento; por tanto, solo en ellas está la respuesta al mismo, solo ellas me pueden ofrecer lo que busco, el por qué. Y esta es la clave, saber el por qué. Todos sabemos qué nos hace sufrir, o quién nos hace sufrir, o cuándo sufrimos; pero no sabemos por qué sufrimos... De hecho, si lo supiéramos ya no lo haríamos.

Esto supone buscar donde no lo habíamos hecho y, por supuesto, hacer algo que no habíamos hecho antes: preguntarnos por qué. Cuando surge el problema o cuando lo reavivo observo mi interior y me formulo dos preguntas de esto que está ocurriendo ahora ¿qué es lo que me duele?, aparto el "escenario" y a los "actores" del terreno emocional y me vuelvo a preguntar: ¿y por qué esto me duele? El resto es tirar del hilo…

El método en cuatro pasos

La clave del proceso, la primera etapa, ya la apuntaba en el párrafo anterior; consiste, simplemente, en aprender a observar. La observación es un gesto valiente y decisivo, que pretende esquivar las respuestas naturales de defensa y el asentamiento -en el tiempo- de esas reacciones (hábitos). La forma adecuada de establecerla es desdramatizar, para poder mantener la calma en la mente y en el corazón, y desapegarnos, para no sucumbir al secuestro de la exigencia emocional. Es el momento de formular a nuestro corazón las preguntas adecuadas…

El establecimiento de la observación nos lleva a la introspección, un mecanismo meditativo de nuestra mente, que facilita el anclaje de la atención sobre la manifestación emocional. Una vez que hemos conseguido situarnos en el "Espacio Sagrado" de la observación, la introspección nos permite "quedarnos a solas" con el sentir real. Es el momento en podemos identificar el por qué.

Llegados a este punto nos interesa saber qué es una emoción para poder, así, identificarla adecuadamente. El mecanismo de la emoción es el mismo para todos los seres humanos, y no existe diferencia entre unas emociones y otras; es el afán clasificatorio de nuestra mente consciente la que pretende distinguirlas, adjudicándoles diferentes adjetivos y esto es lo que nos causa tanta confusión. Pongamos luz a esta cuestión…

La emoción es resistencia.


La emoción, fundamentalmente, es dolor físico; primero, y antes de nada, dolor físico. Cuando nuestros dispositivos automáticos intuyen que va a ocurrir algo que no nos gusta, que no deseamos, salta la alarma en el cuerpo. Ya sentimos un dolor: presión en el plexo, nudo en la garganta, tripas revueltas, piernas bloqueadas, cabeza que estalla… y tantos otros. No nos hemos dado cuenta de la urgencia a la que nos somete ese dolor, queremos quitárnoslo de encima como sea. Y ese dolor surge por la resistencia, sencillamente NO ACEPTAMOS lo que va a ocurrir, como tampoco lo que vamos a sentir. Rechazamos esta situación, esta persona, este sentir, este ahora, y el dolor empieza… observa por qué te resistes, identifica la resistencia.


La emoción es culpa

Y el dolor físico se asoció a pensamientos, que toman forma de creencias y suposiciones, y nos hacen revivir una y otra vez el mismo drama. La culpa es la que las provoca, y mantiene la constante exigencia de reparación del daño que consideramos nos ha sido causado. Siempre hay alguien culpable de lo ocurrido, culpable de nuestro sufrimiento. El otro, como ya sabemos, bien puede ser una persona, o bien puede ser la suerte, la vida, Dios… Pero la faceta más cruel y dañina de la culpa es la que dirigimos hacia nosotros mismos, nos culpamos por consentir, por asumir, por no actuar, por no decir, por transgredir. Este es el cáncer que nos corroe por dentro… observa qué culpas, observa de qué te culpas, identifica esas culpas.


La emoción es autocastigo

Esta es la cruel consecuencia de la culpa, la verdadera razón del sufrimiento. Sufrimos porque nos castigamos por nuestras culpas. Como bien dice el Dr. Miguel Ruiz, en nuestro interior hay un juez y una víctima, y el resultado siempre es una condena. No somos conscientes de nuestro vocabulario pero, en un alto porcentaje que nos sorprendería, está encaminado a castigarnos, a menospreciarnos, a minusvalorarnos, a humillarnos. Un ejemplo sencillo, cuando digo: "¡qué cansado estoy de esto!…" ¿que crees que te estás diciendo a ti mismo? Esta persona o situación me supera, no soy capaz de darle solución, no valgo para esto, soy un inútil y un tonto por no acabar con esto… y surge la rabia, la culpa siempre genera rabia, rencor, resentimiento… Realmente no existen las emociones, este término nos confunde, existe un dolor físico urgente y existen cientos de pensamientos asociados en nuestra mente, creencias de culpa y castigo que se enredan unas con otras, generando círculos de pensamientos de los que es muy difícil salir… Observa tus pensamientos de castigo, identifica las condenas…

Martíne Libertino define cuatro fases en nuestra evolución y, curiosamente, están ligadas al manejo del sufrimiento. En la primera postula que "sufrimos por nuestras circunstancias, pero no sabemos por qué" y en la segunda que "sufrimos por nuestras circunstancias, pero ya sabemos por qué". Es en la que nos encontraremos después de la identificación de nuestras emociones. Abordar el tercer paso, procesar, Libertino lo define como "decido dejar de sufrir por mis circunstancias"; es dejar que nuestro corazón, de forma natural, recupere las imágenes, los recuerdos, las vivencias de nuestra infancia que reverberan al meditar sobre nuestros pensamientos y están pidiendo ser recuperadas para terminar de montar el puzzle de nuestra emoción y vislumbrar así cómo ha empezado todo…

Llegado este momento, la comprensión se dispara, ya estamos en condiciones de constatar que somos niños y niñas que todavía cargamos con las heridas, que nuestros problemas tienen un esquema definido y repetitivo, que podemos identificar los lastres que arrastramos, que podemos desmitificar nuestro sufrimiento, que podemos abordar nuestra vida desde el lenguaje de la intuición y la percepción… Pero, para que esas emociones no se vuelvan a activar, todavía queda una cosa por hacer: hay que cancelar las deudas, reconciliarnos con aquellas situaciones y con las personas presentes en ellas. Debemos ponernos en disposición de realizar el gesto más hermoso y más grande del que es capaz un Ser Humano, desplegar nuestro amor hacia todos y Perdonar. Sólo así podremos decidir dejar de sufrir.

El perdón no pretende exonerar a los otros de su responsabilidad, sino liberarnos nosotros de ella y cortar el lazo de exigencia que todavía nos une a esas personas y a todas las demás que han despertado lo mismo en nosotros. El perdón no es algo que necesitemos aprender. Si, en ese instante, nos permitimos sintonizar con el otro descubriremos que no era consciente de lo que hacía o, simplemente, que respondía a sus propios patrones de dolor, a sus creencias, por las que nos vimos afectados. Cuando descubrimos que no ha habido culpables en esa situación, sino solo inconsciencia, entonces nos permitiremos apartar de nosotros el rencor y el resentimiento y libera-remos el ansia que nos invita al amor, al abrazo, a la fusión. Eso es perdón. Pero, el más importante será el que nos dirijamos a nosotros mismos por haber tenido que consentir, que vivir, que omitir… o, simplemente, por lo que nuestra reacción provocó en el otro. No pudimos hacer otra cosa.

… Seguro que ya has adivinado la cuarta fase, eliminar, ¡claro que sí! ¿qué, si no?… Libertino la define como "soy feliz en mis circunstancias". Se feliz, es lo único que se te pide.


Fernando Rivadulla Iglesias

sábado, 19 de junio de 2010

ES POSIBLE PRACTICAR EL BIEN COMUN....


From: Néstor
n4390427@speedy.com.ar

Es posible practicar el Bien Común, mediante el Desarrollo Armónico y el Sentido Común
Desde siempre, todo lo que existe estuvo sujeto a la integración de lo Eterno con lo temporal, aún antes de la manifestación diferenciada de la forma; sólo que ahora, y por el grado de evolución que va alcanzando la humanidad, nos vamos dando cuenta de fenómenos que no habíamos percibido con anterioridad, o sea, que estamos despertando a la comprensión de dicha Unión. Considerando que todo lo que existe y ocurre de algún modo, es en sí mismo una conjunción eterno/temporal. Puede tratarse de una letra, una palabra, un pensamiento, un punto, etc; pero todo es en sí mismo y cobra un verdadero sentido, cuando aborda a la conciencia, porque desde el inconsciente, todo pasa sin ser percibido y hasta a veces, llegamos a negar su existencia, como frecuentemente lo hace la ciencia materialista.
Hasta que los seres humanos, no nos veamos unidos desde el alma por la integración del YO espiritual, nos seguiremos mirando sin vernos y escuchándonos sin oírnos, aturdidos y extraviados en el laberinto de la existencia. Sabiendo que la Causalidad rige todo lo que existe desde el principio de los Tiempos y lo será así, hasta el fin de los Tiempos. El ser humano, adopta terporariamente la estructura corpórea, para participar al mismo tiempo, en el proceso de evolución de su alma y de la humanidad; considerando que en el simple encuentro entre dos personas, hay dos elementos temporales, sus cuerpos (nacen, crecen, se desarrollan y mueren) y tres elementos eternos, sus dos almas y el Espíritu, totalizando los cinco puntos de la pentalfa. Recordando que antes de nacer y luego de morir, la Eternidad está manifiesta en forma diferenciada desde el alma y en forma Indiferenciada, desde el Espíritu; por lo tanto, toda separatividad es tan solo ilusoria. Vivir en el Ser es servir al Amor.
Progresivamente, y un como rasgo evolutivo de toda la humanidad, juntos iremos encontrando el Sitio Común, allí donde nos sea posible practicar el Bien Común, mediante el desarrollo del Sentido Común; entendiendo que la Solidaridad y el Amor existente entre todos los cuerpos celestes del cosmos, irá teniendo su representación microcósmica en el crecimiento de la solidaridad y el amor entre todos los seres humanos, actuando más allá de toda discriminación; hasta que podamos alcanzar la Unidad en la diversidad, que tanto nos ha costado hallar. Mientras muere de agonía la vieja humanidad, basada en el egocentrismo, con su carácter violento y apropiativo, renace transformada la Nueva Humanidad de la mano del Hombre Nuevo, como partícipe necesario para la construcción de la misma. La liberación y la práctica del desapego, serán las características más notables del mismo. Los nuevos niños, ya lo traen incorporado y fluyen con facilidad cuando los "adultos" se lo permiten. Esto nos hace comprender que todo error ha sido un acierto, por lo tanto, no hay excluidos; porque cuanto más nos alejamos, más cerca estamos de la transformación profunda, que nos exige la revolución interior que finalmente permitirá el desarrollo armónico y la convivencia pacífica.
Néstor Hugo Almagro

martes, 8 de junio de 2010

...Sino como bailar bajo la lluvia...!!!


Era una mañana agitada, eran las 8:30, cuando un señor mayor, de unos 80 años, llegó al hospital para que le sacaran los puntos de un pulgar. El señor dijo que estaba apurado y que tenía una cita a las 9:00 am.
Comprobé sus señales vitales y le pedí que tomara asiento, sabiendo que quizás pasaría más de una hora antes de que alguien pudiera atenderlo. Lo vi mirando su reloj y decidí, que ya que no estaba ocupado con otro paciente, podría examinar su herida. Durante el examen, comprobé que estaba curado, entonces le pedí a uno de los doctores, algunos elementos para quitarle las suturas y curar su herida..
Mientras le realizaba las curas, le pregunté si tenía una cita con otro médico esa mañana, ya que lo veía tan apurado.
El señor me dijo que no, que necesitaba ir al geriátrico para desayunar con su esposa. Le pregunté sobre la salud de ella.
Él me respondió que ella hacía tiempo que estaba allí ya que padecía de Alzheimer.
Le pregunté si ella se enfadaría si llegaba un poco tarde.
Me respondió que hacia tiempo que ella no sabía quien era él, que hacía cinco años que ella no podía ya reconocerlo.
Me sorprendió, y entonces le pregunté, '¿Y usted sigue yendo cada mañana, aun cuando ella no sabe quién es usted?'
Él sonrió y me acarició la mano, me contestó; ¡'Ella no sabe quien soy, pero yo aún sé quién es ella.'!
Se me erizó la piel, y tuve que contener las lágrimas mientras él se iba, y pensé,
'Ese es el tipo de Amor que quiero en mi Vida.'
El Amor Verdadero no es físico, ni romántico.
El Amor Verdadero es la aceptación de todo lo que es, ha sido, será y no será.
Con todas las bromas y cosas divertidas que hay en los e-mails, a veces viene uno que tiene un importante mensaje. Este es uno que creo puedo compartir contigo.
La gente más feliz no necesariamente tiene lo mejor de todo; ellos sólo hacen todo lo mejor que pueden.
Yo espero que compartas este mensaje con alguien a quien quieras.
Yo lo acabo de hacer.
"¡La vida no se trata de cómo sobrevivir a una tempestad, sino cómo bailar bajo la lluvia!"

jueves, 3 de junio de 2010

LA ALIANZA SAGRADA



From: Julio Pagano
juliopagano@hotmail.com

Dame tu mano. Emitiremos una señal. Irradiaremos al universo una bella manifestación de amor que simbolice la transformación vivida. Haremos una ronda, tan grande y tan hermosa, que desde el cielo se verá en la Tierra un potente anillo de increíble luz. En su interior habrá alegría, dulzura, ternura y una maravillosa cuota de esperanza. Será un claro signo de la unión consciente que logramos al vibrar entrelazados. Hagámoslo. Démosle vida a la alianza sagrada.

Hoy sentiremos el inmenso caudal diamantino que despliegan los corazones cuando se abren a la luz y se fusionan en el amor. Con esta poderosa ronda ayudaremos a que el cielo descienda a la Tierra y haremos que nuestra esencia circule por toda la galaxia, liberando una frecuencia pura hacia toda la creación. Este será un acto sublime de alquimia divina que nos ayudará a no olvidar que siempre podremos jugar, danzar, reír y amar, aunque pegue duro la inconsciencia.

Ven. Súmate. Abre tu corazón. Vístete con tus mejores ropas y saca a relucir lo más puro de tu interior. Mientras tus ojos se van cerrando, sentirás que el amor rebasa tu alma y comenzarás a girar de la mano de tus hermanos. Somos cientos, miles. Estamos co-creando un poderoso anillo de luz que se expande hacia arriba, hacia abajo, hacia afuera y hacia adentro. La energía se despliega en todas las dimensiones que aún no podemos percibir. Siente. Esta es la Unidad.

A medida que giramos activamos nuestra memoria ancestral. Vinimos a servir. Nacimos para amar. Aceptamos encarnar para canalizar la luz de un brillante tiempo que nos permita volar y así animar a que otros despierten, redescubran sus alas y sientan. Hay hermandad en este danzar. Se palpita el intenso fluir de la inocente alegría que nos religa. Reunidos en el amor, abrazados en la fe, formamos un inmenso faro que disipa las tinieblas y restituye la armonía.

Somos luz. Somos amor. Somos la fuerza que activa la nueva consciencia. Gracias por girar. Gracias por irradiar. Cada vez que así lo sientas, cierra los ojos, conecta con tu interior y vuelve a liberar la gran fortaleza de tu espíritu. Incita a que otros se animen a vivenciar el enérgico flujo cristalino de este anillo refulgente, que hoy se vio desde el cielo e inundó de amor el universo. Así vamos despertando. Así estamos ayudando… danzando y celebrando en la alianza sagrada.

Vibremos: http://www.proyecto-despertar.com.ar/taller.htm

domingo, 30 de mayo de 2010

DAR ES AMAR....


Sólo cuando estás bien contigo puedes estar bien con los demás.
Solo cuando manejas tu soledad puedes manejar una relación.
Necesitas valorarte para valorar, quererte para querer, respetarte para respetar, y aceptarte para aceptar, ya que nadie da lo que no tiene dentro de sí.
Ninguna relación te dará la paz que tu no crees en tu interior.
Ninguna relación te brindará felicidad que tu no construyas.
Solo podrás ser feliz con otra persona cuando seas capaz de decirle:
No te necesito para ser feliz.
Solo podrás amar siendo independiente, hasta el punto de no tener que manipular ni manejar a los que dices querer.
Solo se podrá ser feliz cuando dos personas felices se unen para compartir su felicidad, no para hacerse felices la una a la otra.
Para amar necesitas una humilde autosuficiencia, necesitas autoestima y la práctica de una libertad responsable.
Pretender que otras personas nos hagan felices y llenen todas nuestras expectativas es una fantasía narcisista que solo trae frustraciones.
Por eso, ámate mucho, madura, y el día que puedas decirle al otro
"Sin ti me la paso bien.", ese día estarás más preparado para vivir en pareja.

DAR ES AMAR

sábado, 22 de mayo de 2010

Un hombre religioso ...

Un hombre religioso no busca a Dios. El hombre religioso se interesa en la transformación de la sociedad, que es él mismo. El hombre religioso no es aquel que practica innumerables rituales, que sigue tradiciones, que vive en una cultura pasada, muerta, explicando perpetuamente el Gita o la Biblia, cantando sin cesar o practicando sannyasa; ése no es un hombre religioso, es alguien que escapa de los hechos.
El hombre religioso se interesa total y completamente en la comprensión de la sociedad, que es él mismo. No está separado de la sociedad.
Generar en sí mismo una mutación completa implica para él la terminación total de la codicia, de la envidia, de la ambición; debido a eso, no depende de las circunstancias, aunque sea el resultado de la circunstancia ‑la comida que come, los libros que lee, los cines a los que va, los dogmas religiosos, las creencias, los rituales y todo eso-.
Es responsable. Por lo tanto, el hombre religioso debe comprenderse a sí mismo, ya que es el producto de la sociedad que él mismo ha creado. En consecuencia, para encontrar la realidad debe comenzar aquí, no en un templo, no en una imagen, ya sea una imagen labrada por la mano o por la mente. De lo contrario, ¿cómo puede dar con algo nuevo, un estado nuevo?

miércoles, 12 de mayo de 2010

EL DIFICIL ARTE DE ESTAR SOLO ...


EL DIFÍCIL ARTE DE ESTAR SOLO
Buscar novia debería ser un pasatiempo divertido y no una obsesión enfermiza. En mi caso, por lo menos, detrás de este impenitente ejercicio de exploración mundana y selección natural no hay ni un gramo de intranquilidad, desesperación, despecho o angustia.
Si digo que ‘busco novia’ es porque a menudo me provoca conocer a una chica que –como una pieza de madera– calce exacta en el espacio pendiente de mi rompecabezas personal.
Pero tampoco me hago problemas. Si llega, genial. Si no, también. La soledad, lejos de intimidarme o asustarme, me resulta confortable. Demasiado confortable, diría. Aunque a mucha gente le extrañe, hay cosas que me gusta hacer preferiblemente solo: ir al cine, hacer compras en el supermercado, visitar una librería, comprar ropa. Hay días en el trabajo, incluso, en que almuerzo solo (provisto, eso sí, de un suplemento deportivo). También me gusta, de vez en cuando, sentarme en la barra de un bar o en la mesa de un cafetín y saber que puedo otear el mundo desde el espumoso y melancólico horizonte de mi vaso de cerveza.
Alguien podría jalonearme las orejas con razón y preguntarme “si tanto te gusta estar solo, qué diablos haces buscando novia”. Y yo podría defenderme diciendo que una cosa lleva a la otra, porque me parece que únicamente las personas que saben estar solas pueden advertir y valorar después la dimensión de una buena compañía.
A veces creo que esta actitud medio retraída –y que podría parecer una grave propensión hacia el autismo– está relacionada con mis aficiones predilectas (leer y escribir son, finalmente, actos solitarios por definición). Sin embargo, tengo una justificación antropológica más razonable y que se reduce al inapelable hecho fáctico de que al mundo venimos SOLOS y del mundo nos vamos SOLOS. Los nacimientos de mellizos, trillizos, cuatrillizos son siempre una novelería, una rareza digna de las portadas de los diarios (y de las carpas de los circos). Lo normal, lo que se espera, lo típico es que uno nazca solo. Igual pasa con la muerte. Uno se marcha a solas. ¿O acaso alguno de ustedes ha visto entierros en parejas o ataúdes con doble compartimiento? Lo lógico, otra vez, es que la gente se despida individualmente.
Por eso me irritan un poco las personas que no saben estar solas. Esos hombres y mujeres que creen que la soledad es sinónimo de acabamiento, derrota o exclusión. Personas que buscan por todos los medios emparejarse, y terminan enganchándose con alguien a quien no aman, pero que representa eso que tanto persiguen. Sin darse cuenta, acaban enamorados de una figuración, de un espejismo: no de la persona, sino de lo que la persona temporalmente encarna.

Me apenan las personas que no se soportan a sí mismas, que no se toleran, que se asfixian en el silencio de sus habitaciones, y que no se interpelan delante del espejo por miedo a descubrir vaya uno a saber qué incómodas verdades. Esas personas, con tal de combatir su paranoia de quedarse solos, son capaces de estar con quien pueden y no con quien quieren, ignorando que así extienden su tragedia.
Esa actitud responde a una típica mentalidad empapelada de frases como “voy a darme una oportunidad con él”, “no lo amo, pero lo necesito” o “sé que con el tiempo puedo enamorarme de ti”. Desconfíen cuando escuchen esas gentiles proclamas, porque detrás de ellas suele haber gente cobarde, medrosa y timorata que hipoteca su libertad y se abraza a una relación en la que no cree.
Tengo un amigo que sostiene que uno se empareja porque, inconscientemente, busca un testigo, alguien que pueda dar crédito a tus vivencias y sea quien las corrobore ante los demás. Una especia de fact checker sentimental. Tiene sentido. En todo caso, creo que todos se merecen vivir una larga temporada sin pareja. Pasarla solos un rato, sin más interlocutores que uno mismo.
De hecho, yo no busco novia para que me ‘rescate de mi soledad’. Al contrario, la busco para que venga a compartirla conmigo.

Anónimo

viernes, 7 de mayo de 2010

UNA SOLEDAD EXENTA DE MIEDO

EL LIBRO DE LA VIDA
Krishnamurti

From: "Pino" sunyata@adinet.com.uy

QUINTA ENTREGA



Cuando la mente es capaz de desprenderse de todas las influencias e interferencias, y estar por completo sola, únicamente entonces hay creatividad.
La técnica se está desarrollando más y más en todo el mundo: la técnica de como influir sobre la gente por medio de la propaganda, de la compulsión, de la imitación [...]. Hay innumerables libros escritos acerca de cómo hacer una cosa, cómo pensar eficientemente, cómo construir una casa, cómo armar una maquinaria; así, gradualmente, estamos perdiendo iniciativa, iniciativa para desarrollar algo original por nosotros mismos. En nuestra educación, en nuestra relación con el gobierno, a través de diversos medios, ejercen influencia sobre nosotros para que nos amoldemos, para que imitemos. Y cuando permitimos que alguien influya en nosotros persuadiéndonos a adoptar una actitud determinada o a emprender cierta acción, nos resistimos naturalmente a otras influencias. En ese proceso mismo de resistirnos a la influencia de otro, ¿no sucumbimos a ella de un modo negativo?
¿No debería la mente hallarse siempre en estado de rebelión como para comprender las influencias que están haciendo siempre impacto sobre uno, interfiriendo, controlando, moldeando? ¿No es uno de los factores de la mente mediocre el hecho de que siempre tenga miedo y que, al hallarse en un estado de contusión, desee orden, coherencia, quiera una forma, un molde que la guíe y la controle? No obstante, estas formas, estas diversas influencias crean contradicciones y confusión en el individuo [...]. Cualquier opción entre influencias sigue siendo, por cierto, un estado de mediocridad.
... ¿No debe la mente tener la capacidad de profundizar en los hechos ‑no imitar, no ser moldeada- y estar libre de temor? ¿No debería una mente así permanecer sola y, por lo tanto, en un estado de creatividad? Esa creatividad no es «de uno», no es suya ni mía; es anónima.

miércoles, 5 de mayo de 2010

LA INOCENCIA LIBERA EL DOLOR DE LA MENTE...


El dolor del aislamiento...

Uno de los factores del dolor es el extraordinario aislamiento del ser humano. Uno puede tener compañeros, puede tener dioses, poseer muchísimos conocimientos, ser extraordinariamente activo en lo social, contar interminables chismes sobre política; no obstante, este aislamiento sigue ahí. Por consiguiente, uno busca encontrarle un significado a la vida, y le inventa un significado, un sentido. Pero el aislamiento aún sigue ahí. Entonces, ¿puede usted mirar el aislamiento sin comparar, verlo simplemente como es, sin tratar de escapar de él, sin intentar disimularlo? Entonces verá que el aislamiento se convierte en algo por completo diferente.
Nosotros no estamos internamente solos. Somos el resultado de un millar de influencias, un millar de condicionamientos, de herencias psicológicas, propaganda, cultura. No estamos solos; por lo tanto, somos seres de segunda mano. Cuando uno está internamente solo, totalmente solo, cuando no pertenece a ninguna familia aunque pueda tener una familia, cuando no pertenece a ninguna nación, a ninguna cultura, a ningún compromiso en particular, existe el sentimiento de ser un extraño, extraño a toda forma de pensamiento, de acción, de familia, de nación. Y únicamente aquel que está absolutamente solo de este modo, es inocente. Esta inocencia es lo que libera del dolor a la mente.

viernes, 30 de abril de 2010

UNICAMENTE EN LA SOLEDAD HAY INOCENCIA


EL LIBRO DE LA VIDA
Krishnamurti

de:"Pino" sunyata@adinet.com.uy


TERCERA ENTREGA


Únicamente en la soledad hay inocencia

Muy pocos de nosotros estamos solos alguna vez. Uno puede retirarse a las montañas y vivir como un ermitaño, pero cuando esté físicamente a solas, tendrá consigo sus ideas, sus experiencias, sus tradiciones, su conocimiento de lo que ha sido. El monje cristiano en una celda monástica no está solo; está con su Jesús conceptual, con su teología, con las creencias y los dogmas de su condicionamiento particular. De igual manera, el sanyasi que en la India se aparta del mundo y vive en aislamiento, no está solo, porque él también vive con sus recuerdos.
Yo hablo de una soledad en la que la mente está por completo libre del pasado; sólo una mente así es virtuosa, porque únicamente en esta soledad hay inocencia. Tal vez usted diga: «Eso es demasiado pedir. Uno no puede vivir así en este mundo caótico, donde tiene que ir todos los días a la oficina, ganarse la subsistencia, criar a los hijos, soportar los regaños de su esposa, etc.» Pero yo pienso que lo que se está diciendo se halla directamente relacionado con el vivir y actuar de cada día; de lo contrario, no tiene valor alguno. Vea, desde esta soledad adviene una virtud que es viril y trae consigo un sentido extraordinario de pureza y bondad. No importa si uno comete errores; eso significa muy poco. Lo que importa es tener este sentimiento de que uno está completamente incontaminado, solo porque únicamente una mente así puede conocer o percibir aquello que está más allá de la palabra, del nombre, más allá de todas las proyecciones de la imaginación.

jueves, 29 de abril de 2010

PERCIBIR EL AISLAMIENTO....


PARTE DOS

Krishnamurti

DE: "Pino" sunyata@adinet.com.uy

Percibir el aislamiento


El aislamiento es por completo diferente de la soledad. Uno debe atravesar ese aislamiento para estar solo. El aislamiento no puede compararse con la soledad. El hombre aislado, solitario, jamás puede saber qué es estar creativamente solo. ¿Se halla usted en ese estado de soledad? Nuestras mentes no están integradas como para estar solas. El proceso mental mismo es separativo. Y lo que separa conoce el aislamiento, la exclusión.
Pero la soledad no es separativa. Es algo que no pertenece a las masas, que no está influido por las masas, que no es el resultado de las masas, que no está constituido como lo está la mente; la mente es de las masas. La mente no es una entidad sola, creativa, puesto que ha sido ensamblada, fabricada en el curso de los siglos. La mente nunca puede estar sola. Jamás puede conocer la soledad. Pero, al percibir su aislamiento cuando atraviesa por él, surge a la existencia esa soledad. Unicamente entonces puede existir aquello que es inconmensurable. Desafortunadamente, la mayoría de nosotros busca la dependencia. Queremos depender de compañeros, amigos, queremos vivir en un estado de separación, en un estado que origina conflicto. Aquel que está solo jamás puede hallarse en un estado de conflicto. Pero la mente no puede percibir eso, no puede comprenderlo; ella sólo conoce la soledad de la exclusión, del aislamiento.

lunes, 26 de abril de 2010

SOLEDAD NO ES AISLAMIENTO...


EL LIBRO DE LA VIDA
Krishnamurti

From: "Pino" sunyata@adinet.com.uy

Soledad no es aislamiento

Aunque todos somos seres humanos, hemos levantado muros entre nosotros y nuestros semejantes, a causa del nacionalismo, de la raza, la casta y la clase social, lo cual, a su vez, engendra aislamiento.
Ahora bien, una mente presa en este estado de soledad en este estado de aislamiento, no puede comprender jamás qué es la religión. Puede tener creencias, ciertas teorías, conceptos, fórmulas, puede tratar de identificarse con eso que ella llama Dios; pero la religión, a mi entender, no tiene nada que ver con ninguna creencia, con ningún sacerdote, con ninguna iglesia ni con los así llamados libros sagrados. El estado de la mente religiosa puede ser comprendido sólo cuando empezamos a comprender qué es la belleza; y la comprensión de la belleza debe ser abordada desde la total soledad. Cuando la mente está por completo sola, únicamente así y en ningún otro estado, puede saber qué es la belleza.
La soledad no es, obviamente, aislamiento, y no es singularidad. Ser singular, único, es meramente ser excepcional en algún sentido, mientras que estar completamente solo exige sensibilidad, inteligencia y comprensión extraordinarias. Estar completamente solo en lo interno, implica que la mente se halla libre de toda clase de influencias; por lo tanto, no está contaminada por la sociedad. Y debe hallarse en esa condición de soledad para comprender qué es la religión, la cual implica descubrir por uno mismo si existe algo inmortal, más allá del tiempo.

sábado, 24 de abril de 2010

SALMO 23 de David.


El SEÑOR es mi pastor, nada me falta;
por prados de fresca hierba me apacienta,
hacia las aguas del remanso me conduce
y recrea mi alma;
me guía por senderos rectos
por amor de su nombre.
Aunque vaya por un valle tenebroso,
no temo ningún mal,
pues están junto a mi tu vara y tu cayado.
Tú me preparas una mesa
ante mis enemigos.
Perfumas con ungüento mi cabeza,
y llenas hasta arriba mi copa.
De gracia y dicha me circundas
todos los días de mi vida;
habitaré en la casa del SEÑOR
por muchos, muchos años.

domingo, 18 de abril de 2010

LOS DIAS


Vivo un tiempo de pensamiento
Un tiempo de mucha memoria
Recordando y trayendo todos los recuerdos
Allá, más allá está ella.

Pasan las horas, vienen las olas,
Viajan las gaviotas, atraviesan las nubes.
El sol nace, el sol muere
Aparece la Luna y desaparece la Luna.

Un día lunes, y un día martes,
Otro día viene, otro día va.
Llega el inicio y el final del sábado.
También del domingo.

Pasan los meses, y el recuerdo solo en los sueños
Solo en los pensamientos
Solo en sin las acciones
El temor de decirlo.

Pero vive y vive más intenso
Un amor totalmente imposible
Totalmente no de proceso
¡Que pena!, muerte lenta.

Muerte lenta a los pensamientos
A las acciones
Al disimulo
Al decir, al pensar.

El corazón no acciona,
El corazón no disimula
El corazón no dice
Solo lleva la sangre a su final.

Muere ya
Cae la sombra
Desaparece el Sol
Y mi amor renace.

El corazón no traiciona
Envía su dolor a la mente
La mente siempre piensa
El pensamiento es tácito.

Es el fin, no más nada,
No más nada, el mar espera
El bote azul zarpa, el marino rema
Y todo es fin.


Roberto Jiménez, junio 2008

lunes, 12 de abril de 2010

APRENDIENDO A VER


Buda reunió a sus discípulos y les mostró una flor de loto.

-Quiero que me digáis algo sobre esto que tengo en las manos.

El primero hizo un verdadero tratado sobre la importancia de las flores. El segundo compuso una bonita poesía sobre sus pétalos. El tercero inventó una parábola usando la flor como ejemplo.

Cuando le tocó el turno a Mahakashyap, éste se aproximó a Buda, olió la flor, y acarició su rostro con uno de los pétalos.

-Es una flor de loto –dijo Mahakashyap. –Simple, como todo lo que viene de Dios. Y bella, como todo lo que viene de Dios.

-Tú has sido el único que has visto lo que tenía en las manos –fue el comentario de Buda.

viernes, 2 de abril de 2010

A UN AMIGO COMO TU....



From: Martha Patricia Ramírez
patyvivar@gmail.com


No puedo darte soluciones para problemas de la vida,
ni tengo respuestas para tus dudas o temores.
Pero puedo escucharte y buscarlas junto contigo.

No puedo cambiar tu pasado ni tu futuro.
Pero cuando me necesites estaré junta a ti.
No puedo evitar que tropieces, solamente puedo ofrecerte mi mano
para que te sujetes y no caigas.

Tus alegrías, tus triunfos y tus éxitos no son míos,
pero disfruto sinceramente cuando te veo feliz.
No juzgo las decisiones que tomas en la vida.
Me limito a apoyarte a estimularte y ayudarte si me lo pides.

No puedo trazarte límites dentro de los cuales actuar.
Pero sí te ofrezco el espacio necesario para crecer.
No puedo evitar tus sufrimientos cuando alguna pena te parte el corazón.
Pero puedo llorar contigo y recoger los pedazos para armarte de nuevo.

No puedo decirte quien eres, ni quien deberías ser.
Solamente puedo quererte como eres y ser tu amigo fiel.

En estos días oré por ti...
En estos días me puse a recordar a mis amistades mas preciosas.
Soy una persona feliz: tengo más amigos de lo que imaginaba.
Eso es lo que me dicen, me lo demuestran.
Es lo que siento por todos ellos.

Veo el brillo en sus ojos, la sonrisa espontánea y la alegría que sienten al verme.
Y yo también siento paz y alegría cuando los veo y cuando hablamos,
sea en la alegría o la serenidad en estos días pensé en mis amigos y amigas,
y entre ellos apareciste tu.

No estabas arriba ni abajo ni en medio no encabezabas ni concluías la lista.
No eras el número 1 ni el número final.
Lo que sé es que te destacabas por alguna cualidad que transmitías
y con la cual desde hace tiempo se ennoblece mi vida...

Y tampoco tengo la pretensión de ser el primero.
Basta que me quieras como amigo.
Entonces entendí que realmente somos amigos:
ore y le agradecí a Dios que me haya dado la oportunidad
de tener un amigo como tu!

jueves, 11 de marzo de 2010

TENER SIEMPRE UN SUEÑO


From: Martha Patricia Ramírez
patyvivar@gmail.com




"Olvida los días nublados,
pero no olvides tus horas de sol
ni tus noches estrelladas.


Olvida los momentos en que
fuiste derrotado, pero no olvides
las batallas que has ganado.


Olvida los errores que
no puedes cambiar, pero no olvides
las lecciones que has aprendido
ni lo que te ensenan.


Olvida los días en que has estado
solo y triste, pero no olvides las
sonrisas que has encontrado y
tantas que encontrarás.


Olvida los planes que
fallaron pero
NUNCA olvides que debes
tener
siempre un sueño"